Los ataúdes tendrán agujeros para un mayor contacto entre cuerpo y tierra.

BILBAO – “Lo ideal es que el cuerpo toque tierra, que se entierre sin féretro, tal y como acreditan numerosos documentos que en su día entregué en el Ayuntamiento de Bilbao para justificar este hecho”. Ahmed El Hanafy hace referencia al Islam, que indica que el cuerpo tiene que descansar en contacto con la tierra, sin ataúdes ni tumbas.

Ante esta situación, y en respuesta a la alta petición de servicios de fallecimientos musulmanes, Funeraria Bilbaina ya plantea la posibilidad de solicitar féretros especiales, que estarán disponibles a lo largo de este año. “Tendrán agujeros en la parte de abajo del féretro para que, de esta manera, el cuerpo tome mayor contacto con la tierra”, detallan desde esta funeraria. “Serán dos pre-agujeros en el fondo del arca, en la zona inferior”, añaden.

Además, de manera opcional, los musulmanes podrán solicitar la incorporación de símbolos como medias lunas, con el objetivo de conseguir una mayor simbiosis con su religión. Sin embargo, hay una cuestión inamovible. “Los cuerpos, por ley sanitaria, tienen que ir en féretro”.

A pesar de que los féretros especiales podrán ser utilizados en enterramientos, tal y como indican desde Funeuskadi, “en el 99,9% de los casos los féretros se utilizan para realizar traslados internacionales en el caso de los servicios musulmanes”. Es otra señal más del aumento de peticiones de servicios funerarios -encargados también de realizar traslados- por parte de las comunidades islámicas en Bilbao.

“Hay que dar un trato muy especial a los cuerpos, tratarlos como si estuvieran vivos”
Ahmed El Hanafy
Representante Comunidad Islámica


RITOS FUNERARIOS

Sin atravesar lugares donde haya enterradas personas cristianas. Sin tener que pasar por sitios donde haya cruces. La zona de enterramiento musulmán, anexa al cementerio de Derio, cuenta con acceso propio para no tener contacto con el resto del camposanto. Se trata de un lugar sencillo que apenas tiene ninguna referencia a la religión musulmana.

Sin embargo, antes de trasladar los cuerpos hasta el cementerio bilbaino, los musulmanes llevan a cabo varios ritos funerarios según la tradición del Islam. “Son ellos mismos quienes se organizan para todo y las comunidades islámicas se ponen en contacto entre ellos para prepararlo todo”, indican desde las funerarias.

En primer lugar, se lleva a cabo un lavado de cuerpo con agua tibia y unos productos especiales similares a jabones y perfumes, para lograr la pureza y para eliminar los pecados del cuerpo. Es un proceso que conlleva lavado de cuerpo, embalsamiento, envolvimiento y oración. “Hay que dar un trato especial a los cuerpos”, recalca Ahmed El Hanafy. Eso sí, no puede ser cualquiera quien lo realice. “Tiene que hacerlo un buen musulmán. Suele ser algún familiar o persona de confianza, ya que hay que tratarle como si la persona estuviera viva”. En muchas ocasiones, suele ser el propio fallecido quien previamente ha elegido quién quiere que sea la persona que haga su oración.

A continuación, tras tapar los orificios, como la nariz y la boca, y envolver el cuerpo en telas, y una vez que se ha hecho el lavado, se realiza la oración en una mezquita. “Hasta ahora no hemos tenido ningún problema con las oraciones que hemos realizado en las mezquitas de Bilbao. Todo transcurre con total normalidad”, especifica Ahmed.

Suele ser un momento en que se reúnen numerosas personas, es decir, musulmanes en este caso de la villa, que quieran participar en la oración por el cuerpo del fallecido, aunque no sean familiares.

Una vez hecho el traslado al país de origen o su traslado al cementerio desde la mezquita, las lápidas identificativas, por ejemplo, no son obligatorias y depende de la decisión que tomen los
familiares. Tampoco los musulmanes comparten la tradición cristiana que posibilita la introducción de los cuerpos en nichos o la incineración.